Las palabras que pintaste al óleo
se me enquistan en el cráneo
pero se están desdibujando
como tizas en un parvulario.
Rompí el pacto de silencio que nos unía (;)
mucho antes del culmen de mi decadencia
tú me desvestías (,)
mientras el humano piensa
si sentirá como él la bestia (, o .)
yo te desvestí.
El país de los delirios
jueves, 22 de octubre de 2020
Prometeo
martes, 29 de septiembre de 2020
I
Se pierde mi esperanza en un abismo inconexo
y la cuerda que me sostiene agónico no existe
como la palabra prometida vista de muy lejos
en la acera contraria donde de refilón me viste
Vivo en las horas que ni las peores personas transitan,
supongo que le están haciendo budú a mi muñeca favorita
en la habitación de algún desquiciado que no conoce
las caricias con ortigas que da la luna todas las noches.
Cuando mi victoria se resume en el recuento de lo que no he perdido
hayo en el empate una utopía, en estas noches de melancolía
estoy empezando a ordenar mi vida, yo que vi en el caos un vacío.
El orden es orden si lo conoces. ¿Quién dice que va antes la noche que el día?
Ahí es nada la inmensidad cuando te retuerces y el café se siente frío
bajando por la garganta mientras mi glándula pineal segrega cafeína.
viernes, 28 de agosto de 2020
La raza y la razón
absorbe los rincones más recónditos
del burdel icónico del pensamiento.
Si la prenda rota con la que me protejo
actúa a veces de velo contra los prejuicios
de la raza y la razón de los locos que me hablan
pero sólo son balbuceos en un mar inconexo.
La máscara que me cubre,
el casco que me proteje
sirve para prevalecer incorrupto
aunque a veces mi seguridad sea un sudario.
martes, 21 de julio de 2020
1967
de la ventana por donde mira
la esparanza añorando quien sabe qué.
De los pedazos salió un escorpión
que arrastra aun a día de hoy
épocas pasadas en su espalda
pero cuyo aguijón fue guillotinado por los revolucionarios franceses
allá por el año 1967.
lunes, 29 de junio de 2020
Cirineo
también Cirineo que guió la cruz.
Como él otros más pobres
obligados al buz
vivirán como morí; sin la luz
de su sol gris y feo
y por suyo me refiero al que es mío.
Guió la cruz Cirineo,
bajó de su delirio
a ahogarse en la sangre de un suicidio.
Cayó el Sol y la Luna
bajo el cielo negro con puntos blancos
donde diosas ninguna
y dioses unos cuantos,
quienes precipitan por los barrancos
como un gran sacrificio
a quien reniega de ellos por paganos,
dan igual sus oficios,
no se manchan las manos
puesto que los tienen sugestionados.