Un drama rubio y ausente de importancia
absorbe los rincones más recónditos
del burdel icónico del pensamiento.
Si la prenda rota con la que me protejo
actúa a veces de velo contra los prejuicios
de la raza y la razón de los locos que me hablan
pero sólo son balbuceos en un mar inconexo.
La máscara que me cubre,
el casco que me proteje
sirve para prevalecer incorrupto
aunque a veces mi seguridad sea un sudario.
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