Chupando
del cigarro en busca de la vida que él mismo le roba
intenta
paliar la ausencia que incomoda.
Saca
del mechero el único calor y el valor para decir que no puede seguir
así.
Apaga
el que tiene pensando en el siguiente.
Se
despide del primero con un beso
y
le hace al segundo promesas que no va a poder cumplir.