Cuando
la noche se torne blanca
entre
las aceras de la calle
y
los huecos de los coches
apareceré
con la niebla
pero
con un frío extasiante.
Me
calaré en tus huesos,
te
paralizarás ante la carretera
escupiendo
al futuro emérito,
mientras
bajan las persianas
guillotinando
al exterior,
se
irá la niebla, el frío y yo
y
ahí te ves, lejana en la ventanilla de un coche
aparcado
a tu lado.Silvia Penide - Reventaba