lunes, 18 de noviembre de 2019

fuga disociativa

Despierta el soldado con el mensaje,
por un altavoz, de una octavilla.
Con la pesadez del sueño vistió su traje
desgastado y tendido en una silla
frente al escritorio al lado de la cama.
El mensaje era que había acabado su servicio
y por lo tanto podría marcharse a su casa.
Se puso en marcha, ya con todo recogido,
al llegar besó a su querida esposa
a la cúal se había unido por un embarazo
de trillizos, por esto su puesto abandona.
Todavía no se había podido poner en contacto
con nadie. Al llegar fue directo al hospital
donde le recibieron los médicos entre pésames
y su esposa entre lágrimas sin un qué tal.
Uno de los niños había muerto al nacer
por complicaciones que le explicaron pero no escuchó.
Se dice de él, y es cierto, que tuvo suerte
por perder solamente a uno de ellos
pero no era cierto, así de obsesiva es la muerte,
pues cuando él hubo muerto ya de viejo
dejó escrito que el pesar le perseguía
desde aquella mañana, sabiendo que,
a la muerte de su hijo le acompañarían
con el tiempo la de los demás también.



Bunbury - Peter Punk